Decoración de los años 70-80-90 que seguramente no extrañas

28 de Febrero de 2023 Daniel Díaz



Decoración de los años 70-80-90 que seguramente no extrañas y que hoy dan miedo.


En la moda y la decoración ya se sabe que todo vuelve: los estilos son cíclicos y cada cierto tiempo vemos como algo que se llevaba en el pasado vuelve hasta nosotros para despuntar.

Muchos de los que hoy somos adultos crecimos en casas con decoraciones de los años 70, 80 y 90, pero así como la nostalgia está por todas partes y en ocasiones hace que te replantees si debiste deshacerte de tu chaqueta bomber favorita de la adolescencia; hay ciertas cosas que en lo tocante a decoración del hogar hoy en día miramos más bien con estupefacción.

Te aseguramos que nuestro artículo de hoy te va a provocar más de un deja vú.

Los sillones de escay.


Sentarte en uno de estos sofás durante el verano mientras usabas pantalones cortos implicaba el despellejamiento instantáneo de la parte trasera de los muslos al levantarte. Y si en verano era desagradable, la cosa no mejoraba en invierno: acomodarse en un de ellos era como hacerlo dentro de la nevera. Cero en confortabilidad.

Eso sí, diez en facilidad de limpieza, ya que este material sintético que imitaba el cuero se limpiaba con un paño húmedo maravillosamente. Y si además le aplicabas luego un poco de "Pronto", el brillo hacía que tuvieras que usar gafas de sol.

Suponemos que esto fue lo que hizo que su popularidad alcanzara cotas astronómicas en España durante las décadas de los 70 y 80.

El salón "intocable".


Este es también un signo de que las casas antiguas se construían más grandes y es que en muchas casas de los 60-70 y 80 existía un salón, una salita de estar o un comedor que estaban decorados con los muebles “buenos”, generalmente de madera oscura, con vitrinas donde exhibir la cristalería tía Toñi le había regalado a tus padres por su boda, tapetes de ganchillo sobre los muebles y los 28 tomos de la Enciclopedia familiar en la estantería (ay, Google, cuánto espacio nos has ahorrado).

Por supuesto, este salón solo se usaba en Navidad y fiestas de guardar y estaba prohibidísimo jugar en él.

El gotelé, la técnica más odiada.


El boom del gotelé se inició en los 60 con el éxodo de las zonas rurales a las ciudades.

El Plan de Estabilización franquista de finales de los 50 hizo que las ciudades comenzasen a crecer rápidamente, tan rápido como se levantaban los edificios. Así que el mejor aliado para tapar las imperfecciones de esas casas construidas a todo trapo fue el gotelé.

Estuvo de moda hasta que se empezó a implantar una idea revolucionaria: esforzarse un poco y hacer las paredes sin fallos directamente.

Las lámparas de lava.


Saltamos directamente a los 90, porque si bien la lámpara de lava es un invento de principios de los años 60, fue en la década de los 90 cuando en España se vendieron miles que terminaron adornando mayoritariamente bares de copas y habitaciones de adolescentes.

¿Quieres saber una curiosidad? La composición del líquido que hay en su interior es un secreto mejor guardado que la fórmula de la Coca-Cola.

Las cocinas en rojo o verde pistacho.

En los 90 nos encantaban las cocinas de colores muy vivos, muy vibrantes. El verde pistacho o el rojo estaban de plena actualidad, aunque ahora preferimos colores más neutros o directamente el blanco.

Aunque como ya hemos dicho, en cuestión de tendencias todo es cíclico así que si aún conservas tu cocina de colores, quién sabe si en poco tiempo va a ser la más moderna del vecindario.

Cuéntanos, ¿qué otras tendencias NO echas nada en falta de la decoración de los años 70, 80 y 90’?