Los contratos de alquiler en viviendas para estudiantes - Inmogestión Tenerife

16 de Septiembre de 2021 Daniel Díaz



Claves más importante en torno al alquiler de viviendas a estudiantes


La llegada de septiembre es sinónimo de búsqueda de alojamiento para aquellos estudiantes que han de desplazarse a otra localidad para comenzar sus estudios, aunque también para personal docente que consigue plaza lejos de su lugar de residencia habitual. Se trata de una oportunidad de negocio para los propietarios que cuenten con inmuebles vacíos y deseen rentabilizarlos a través de esta modalidad de alquiler.

Sin embargo, estos han de tener en cuenta que el alquiler a estudiantes está determinado por un conjunto de rasgos que lo diferencian del arrendamiento general.

La Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) ha resumido en un estudio las distintas modalidades de alojamiento que pueden encontrar, en función del tipo de contrato de alquiler.

A continuación analizamos cuáles son las claves más importante en torno al alquiler de viviendas a estudiantes. A partir de ellas, llevar a cabo este proceso de manera útil y segura resultará mucho más fácil:

1. Alquiler tradicional.

Regulado por la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), es la modalidad más extendida y habitual.

PROS: El estudiante firmará un contrato que se podrá prorrogar hasta 5 años, lo que supone estabilidad para toda la carrera. No tendrá que buscar nuevo piso cada septiembre, con el perjucio de dinero y tiempo que ello conlleva.

CONTRAS: Es una modalidad más cara puesto que en verano, cuando el estudiante suele volver a la residencia familiar, debe seguir pagando el alquiler. Siempre puede negociar con el propietario un descuento en la renta de los meses de verano.

2. Alquiler de temporada.

También regulado por la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos), es necesario indicar en el contrato cuál es la finalidad por la que se realiza la ocupación temporal (estudiantil, laboral, vacacional...) y que el inquilino mantiene su domicilio habitual en otro lugar.

PROS: Solo se paga por los meses de estancia.

CONTRAS: Hay que buscar un piso nuevo cada año. Además, el estudiante debe pagar dos meses de fianza, frente a un mes del alquiler tradicional de vivienda. Además, el propietario podrá exigir, como garantía adicional, la cantidad económica que considere oportuno.

3. Alquiler por habitaciones.

Regulado por el Código Civil, o que se alquila es el derecho a usar la habitación por un tiempo pactado compartiendo las zonas comunes de la vivienda (salón, cocina y baños) con el resto de arrendatarios.

PROS: La gran ventaja de esta opción es el precio, ya que es mucho más económico.
CONTRAS: Es un alquiler mucho más conflictivo en el que conviven personas que ni siquiera se conocen y que es fuente de muchos problemas de convivencia, sin contar con el intenso desgaste que sufre la vivienda, y que requiere de muchísima mayor gestión que un alquiler tradicional.

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