¿FELICIDAD O CONFORMISMO?

11 de Abril de 2020 Tatiana Feijoo De Oliveira




¿FELICIDAD O CONFORMISMO?


Felicidad es, según la RAE, “el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”. Conformismo sin embargo  es la vía fácil, la aceptación de circunstancias que sin ser las mejores, las elegimos por miedo al fracaso o a la inestabilidad


“QUIEN NO ARRIESGA NO GANA” 


La mayoría de las veces asumir retos nos causa incertidumbre, miedo a dejar “tu zona de confort” en busca de algo mejor, y que terminemos en peores condiciones. Esto pasa porque en el fondo, tendemos a frustrarnos frente a las adversidades que un cambio pueda conllevar, no nos gusta crear, preferimos mantenernos en la rutina, en lo que ya funciona. 


Nos planteamos cambiar, mejorar, ante las adversidades de la vida, por ejemplo la actual Crisis en la que estamos sumergidos, la pandemia del Coronavirus, y no ante los deseos propios: “no me gusta donde vivo, pero es lo que tengo”, “lo mejor es no arriesgarme con nada, probablemente me quedaré sin trabajo y no lo podré pagar”. Ahora que hemos estado en casa, que hemos tenido tiempo suficiente para reflexionar, nos planteamos cosas que quizá en el día a día nunca nos hubiésemos planteado, pues estamos sumergidos en tal comodidad, que no nos sentamos a preguntarnos ¿soy realmente feliz con lo que tengo, con lo que hago? La respuesta a esta pregunta es el inicio del cambio. 


Darle rumbo a nuestra vida es bienestar personal como lo puede ser la actividad física. Marcarnos objetivos y cumplirlos, potencia nuestra autoestima y nos hace grandes, es por ello que la mejor manera de ser felices es “cogiendo el toro por los cuernos” y enfrentarnos a la vida, a nuevas ilusiones, nuevos proyectos…


El punto de partida para el cambio es visualizar nuestro objetivo ya conseguido, por ejemplo la acción de comprar una vivienda, y desde ahí crear un plan de acción, ¿qué tengo que hacer para lograrlo?, luego vendrá lo demás. Probablemente el camino no sea fácil, muchas veces no todo sale según lo planeado, pues es falso el pensar que la realidad se adapta a nuestras necesidades. El truco está en no frustrarnos y afrontar los contratiempos que se puedan presentar, pues “el fracaso más grande es nunca haberlo intentado”. 


“Ser como los demás es no ser nadie”, conecta con tu “yo” interior, potencia tus virtudes, enfréntate a tus miedos y sé agradecido con todo lo que vayas obteniendo en el camino, eso sí siempre con sensatez, lo que queremos decir con esto, es que si por ejemplo nuestro plan es comprar una vivienda, hacerlo siempre dentro de nuestras posibilidades económicas.  


 Nunca es tarde para empezar a cumplir nuestros sueños, ni ante una crisis ni ante cualquier otro tipo de circunstancia.